Superman: The Movie

Viajamos hoy cuatro décadas atrás en el tiempo y nos quedamos en 1978, fecha en la que se estrenó mundialmente la primera película del Hombre de Acero protagonizada por Christopher Reeve y que abrió el camino a las películas de superhéroes a las que años después sirvió de inspiración.

ANÁLISIS

En 1973 tras el éxito de «Los Mosqueteros» los Salkind ven como un negocio muy jugoso la posibilidad de realizar una superproducción protagonizada por el Hombre de Acero y comienzan a jugar sus cartas para que aquella idea fructifique.

Las negociaciones llegan a buen puerto y tras pagar tres millones de dólares a Warner Bros. se harán con los derechos cinematográficos del personaje y el estudio solamente tendrá que desembolsar la cantidad de distribución de la cinta.

Con los derechos ya en el bolsillo, los Salkind quieren hacer todavía más importante el proyecto, para ello encargan a Mario Puzzo, guionista de «El Padrino» la escritura de la historia a narrar en la película.

Las ansias de grandeza en los productores se acrecentan y contactan con un inicialmente reacio Marlon Brando para que esté en la cinta, cuatro millones de dólares por diez minutos de aparición en pantalla terminaron por convencer al actor de su participación en la superproducción.

Estos dos «fichajes» hicieron que todo el mundo ya tuviera en cuenta este proyecto como algo muy serio.

La participación de Brando fue decisiva para que Gene Hackman, el cual ya estaba siendo visto con muy buenos ojos en Hollywood, diera el sí para embarcarse en la película del superhéroe kryptoniano.

A modo de anécdota diremos que el bueno de Hackman preocupado por la reputación de su carrera se planteó abandonar la película cuando vio a Reeve en el set de rodaje vestido de Superman. Por suerte se quedó gracias a la intervención de Donner y la historia como sabemos fue un éxito.

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Y ya que hablamos de Donner

La cinta fue ofrecida inicialmente a Richard Lester (Los Mosqueteros) pero éste vio que el proyecto no encajaba con lo que él es capaz (tampoco conocía mucho de Superman) además el guión de Puzzo era de un tamaño ingente y tuvo que ser «aligerado» con la reescritura realizada por Leslie y David Newman y Robert Benton.

Con la negativa de Lester el siguiente en recibir la oferta de dirección fue Guy Hamilton (Goldfinger), pero…

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La idea de los productores para abaratar costes era rodarla en Italia, pero los problemas personales de Brando con la película «Último Tango en París» le impedian el acceso al país europeo, esto llevó el rodaje a Inglaterra.

Aquí vendría otro problema, puesto que Guy Hamilton era un exilidado fiscal y no podía residir más de treinta días al año consecutivos al año en Inglaterra por temas de impuestos.

Con este nuevo revés, los Salkind siguen buscando director y tras visionar la película de terror «La Profecía» se convencen de que el director adecuado es Richard Donner.

Previamente a firmar Donner recibe el guión reescrito y al leerlo encuentra que está ante algo poco serio, por no decir una bufonada y recurre a Tom Mankiewicz para que nuevamente reescriba la historia y la convierta en algo «verosímil».

Paralelamente a todo esto la búsqueda para dar con el actor que interprete a Superman no cesa, varios nombres están en la palestra, Paul Newman, Sylvester Stallone, Robert Redford, Charles Bronson… Pero será Donner tras firmar el que propondrá algo: el actor escogido será un rostro desconocido para el gran público, así se verá a Superman volar y no a un actor famoso volando.

Este casting se convertirá en una auténtica tortura hasta que Lynn Stalmaster les recomienda a un desconocido actor de teatro llamado Christopher Reeve.

Este delgado y alto actor se entrevistará con Donner quien quedará impresionado al verlo ponerse las gafas del propio director y realizará una prueba de cámara (aquella mítica escena de Superman y Lois en el balcón del apartamento de la reportera).

Esa prueba de cámara será determinante en la elección de Chris Reeve por la elegancia, saber estar y seriedad que impone al personaje, el único obstáculo sería la falta de músculo del actor, pero David Prowse (Darth Vader) sería el encargado de poner a Reeve un programa de entrenamiento con el que el actor ganase el tamaño adecuado para el papel.

Con una preocupación menos, Richard Donner se centró en los efectos especiales, disconforme con lo que Guy Hamilton había propuesto, el nuevo director confió en John Barry que fue quien definió ese Krypton congelado y aséptico y también esa Smallville bucólica.

Todos estos pluses de dinero a mayores hará que Warner Bros. tome cartas en el asunto quitando algo de poder a los Salkind originando el inicio de la «enemistad» entre ellos y Donner que aguantó carros y carretas con los productores a lo largo del rodaje de la cinta con los actores de la película apoyando incondicionalmente a su director. Mucha culpa de esto la tuvieron las escenas de vuelo del héroe, Donner quería que aquello quedase verosímil (sí, una palabra que el cineasta repetía una y otra vez).

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Se probaron numerosas técnicas para llevar a cabo estas escenas hasta que al final se llegó a la conclusión que emplearían un efecto innovador además de los ya conocidos cables que sostenían a Reeve suspendido en el aire y también trampolines: el objetivo de la cámara se aproximaría y se combinaría con un fondo previamente rodado, así según se moviese la cámara se combinaba con el movimiento del fondo dando como resultado una más que aceptable mezcla que daba sensación de volar nunca antes vista hasta esos días.

Con el rodaje ya próximo a su finalización los temores de los Salkind de que aquello no funcionase por el exceso de dólares gastados exigieron a Donner que modificase el final previsto para la película, diremos que la cinta tenía que finalizar con los criminales de la Zona Fantasma escapando de su prisión con el cohete que Superman desvía al espacio y el cineasta temiendo lo que se le podía venir encima montó la película con el final previsto para su versión de Superman II – recordemos llegados a este punto que los Salkind siempre con la premisa de abaratar costes rodaban y rodaban escenas para hacer dos películas al precio de una (sirva como ejemplo las demandas que les cayeron por «Los Mosqueteros» por el mismo asunto).

Finalmente la cinta se estrenó convirtiéndose en un éxito mundial.

¿ Las razones? La verosimilitud que tanto quería Donner, Krypton era fantástico, la sensación de avanzada raza alienígena era increíble.

Por si eso fuera poco Christopher Reeve marcó a toda una generación con su interpretación… era Superman sacado de las viñetas.

Las escenas de vuelo no pueden ser más increíbles para aquella época pero ¿es todo redondo en aquella película? Seguro que dices que sí, se te ve de lejos que eres un fanático de ella, pues… todo es perfecto sí, a excepción de algo… Lex Luthor.

Lex Luthor me rechina porque es el punto de la película que deja de tomarse a sí misma en serio.

¿Cómo es posible que la mente criminal más grande de nuestra era se rodeé de bufones y tías buenas para conquistar el mundo? Es decir, cierto es que en aquella época Luthor es en los cómics un villano indefinido, y así como con el resto de secundarios se les da un rol definido aquí con el villano hay un «vacío» que roza lo bufonesco y que a punto está de tirar la película por tierra.

Pero con todo estamos ante una película en un 99% perfecta que supuso muchísimo puesto que hasta entonces solo habíamos tenido el Superman de George Reeves y Kirk Allen en la pequeña pantalla y Superman The Movie marcó a toda una generación de niños (a mí el primero) y nos hizo creer que un hombre podía volar.

Ese hombre fue Christopher Reeve, que mañana, 25 de septiembre de 2020, cumpliría 68 años si siguiese entre nosotros, por eso, a modo de humilde regalo permitidme dedicarle este artículo por su cumpleaños.

Va por ti Chris Reeve, con todo el afecto y respeto, gracias por hacernos soñar en nuestra niñez. Os dejo con lo que para mí es la mejor escena de la historia del cine de superhéroes.

Saludos cordiales.

Non.

Por NON

Nacido en Valladolid (España) en 1975. Fascinado por el personaje desde el momento en el que me llevaron con poco más de tres años al cine a ver "Superman The Movie". Voraz lector de cómics de Superman, el Hombre Murciélago, y sí, lo confieso... También de Marvel. Aficionado al Rugby y a pasarme horas viendo capítulos repetidos de Los Simpson (Homer Simpson es mi segundo ídolo), acompañado de un refresco de cola. En mis horas laborales me podréis ver subido en una ambulancia, en algún que otro rato libre por aquí poniéndome la capa roja del mayor héroe de todos los tiempos.

2 comentarios en «Reseña de «Superman The Movie»»
  1. Una pregunta, el final de Superman 1 (que iba a ser el de Superman 2), ¿está sacado de algun comic?

    La pelicula fue un exito, desde luego. Recuerdo las colas interminables en los cines. Yo tambien vi la peli en el cine Vistarama de niño y la verdad es que los chavales quedamos picuetos, la accidentada produccion no se nota en el resultado .

    El final este ya lo discutiamos los chavales de la epoca, ya que incluso para un personaje que vuela como Pedro por su casa era demasiada violacion de la fisica.

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